Este San Valentín será diferente y muy divertido: me voy con mis amigas del alma…¡a Cuba!
Aunque prácticamente todo el mundo celebra San Valentín con su pareja, la verdad es que a mí, que ya no la tengo, lo que me apetece es celebrar el amor de otra manera: ¡con mis amigas!, las hermanas y primas postizas que me ha regalado la vida. Así que este año nos vamos al Trópico, a descongelar el frío del mes de febrero con un poquito de sol, ¿cómo lo veis?
¡Y es que cómo apetece en febrero un poquito de sol y calor!, fantásticos regeneradores del cuerpo y el alma! Sobre todo, si se disfrutan en buena compañía.
Marcela, Mariluz y yo vamos a desquitarnos del estrés navideño (de organizar familia, amigos y fogones…) regalándonos una escapada tropical. La zona la tuvimos clarísima las tres en seguida: el Caribe, ese mar que sólo con nombrarlo te sugiere el paraíso. Eso sí, cuando quedamos el otro día para hablar del viaje, cada una teníamos en la cabeza un país diferente…
El plan de Marcela: México
Marcela, la más “cultureta” del grupo, propuso México: entre sol, mar y relax, una inmersión en la civilización Maya. Su plan era tener la base en Playa del Carmen, en la Riviera Maya, una costa de arena fina y agua transparente, muy cerca del parque marino de Xcaret (el más famoso del mundo) y las ruinas de Tulmun. Y a sólo un par de horas por carretera, el imponente asentamiento de Chichén Iztá.
El deseo de Mariluz: un todo incluido, donde sea
Mariluz, la más perezosa de las tres, nos trajo un montón de catálogos. Su opción era una semana de relax total en un hotel a pie de playa, donde los únicos desplazamientos fueran de la hamaca al agua. Como la pequeña isla Cay Sal, en Bahamas, un bellezón natural rodeado de aguas cristalinas.
Mi propuesta: Cuba
Pero llegué yo con mi nostalgia romántica (bueno, es San Valentín, ¿no?), y les propuse recordar mi viaje de novios a Cuba, a principios de los ’80. Entonces era un paraíso incontaminado y un set cinematográfico de los años 50, con aquellos coches americanos perfectamente conservados. Recordaba la casa de Hemingway a pocos kilómetros de La Habana, en la que escribió “El viejo y el mar”. Y muchas cosas más: el Malecón, el paseo marítimo de La Habana, con sus casas coloradas. El Hotel Nacional, de arquitectura Art Decó, que hospedó a actores, políticos, escritores y personajes famosos de todo el mundo. Y a sólo 100 kilómetros, la magnífica Varadero, una de las playas más bellas del mundo y gran destino mundial de vacaciones. Es cierto que ya no es tan salvaje como hace 30 años, pero el agua y la arena siguen siendo perfectas.
No sé si es que les transmití toda mi emoción o es que mis amigas me lo consienten todo, pero el caso es que las tres votamos Cuba por unanimidad. Así que si os animáis y os apetece que nos encontremos en San Valentín, pasad por la Bodeguita del Medio. Seremos esas tres mujeres felices, cada una con un “mojito” en la mano (el mismo que le servían a Hemingway) cantando “¡viva el amor, la amistad y sobre todo… la libertad!”.
¿Qué te parece nuestro plan? ¿Te hemos contagiado nuestras ganas? ¡Cuéntanos cuál es tu plan este año! Y si llevas prótesis dental, no te dejes tu crema adhesiva Kukident, es la garantía de una enorme sonrisa, cómoda y segura.