Rejuvenece tus manos con sencillos ejercicios que mejoren su elasticidad. De la belleza de su piel ya se encarga Fairy Limpieza y Cuidado.
Al final del día, nuestras manos han hecho miles y miles de gestos: teclean en ordenador, hacen las tareas de casa, nos ayudan a expresarnos… ¡y clavan un clavo con la misma precisión con la que acarician! Manos multitarea que, con la edad, pierden la flexibilidad y sufren la amenaza de la artrosis. ¿Y si las mandamos al gimnasio? Aquí os cuento unos ejercicios tan fáciles como eficaces, con los que mantendrás la juventud y flexibilidad de nuestras mejores herramientas.
- Cierra los puños: empieza la sesión cerrando las manos y apretándolas con fuerza, como si quisieras dar un puñetazo. Mantén un rato y luego ábrelas del todo. Hazlo diez veces seguidas.
- Namasté: Une tus palmas, como si estuvieras orando y presiona cada par de dedos, balanceando las manos hacia un lado y hacia otro, 10 veces seguidas.
- Flamenco: Abre las manos del todo y estiras los dedos lo más posible. Comienza a bajar los dedos, uno a uno, pulgar incluido, volviendo a subirlos otra vez. Concéntrate en hacerlo siempre, dedo a dedo. Hazlo 10 veces con cada mano y luego otras 10, con ambas manos al mismo tiempo.
- El puño rotador: Vuelve a cerrar los puños, ahora no tan fuerte. Rota las muñecas hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Hazlo durante un minuto, pero si notas alguna molestia en la articulación, párate.
- Relajación: Acaba la sesión estirando los dedos de una mano con la otra, tirando hacia atrás. Mantén el estiramiento diez segundos. Repite 10 veces y luego empieza con la otra mano.
Como veis, solo os llevará unos minutos rejuvenecer vuestras manos con esta gimnasia. Pero no olvidéis el cuidado más esencial: Fairy Limpieza y Cuidado, el lavavajillas a mano cuya fórmula concentrada incorpora ingredientes activos para el cuidado de la piel, ayudando a mantener vuestras manos suaves e hidratadas. Y con todo el poder anti-grasa de Fairy, si ya lo habéis probado, ¡escribid aquí vuestra opinión! Con sólo una gota, os aseguráis una vajilla brillante y unas manos sedosas e hidratadas como nunca. ¡Manos a la obra, chicas!